Esta fue la última evolución de la GSX-R 1100, clásica con motor SACS, con lo que el refinamiento y la suavidad del motor eran admirables. Además, su robustez ya era legendaria y muy usada para grandes preparaciones de prestaciones estratosféricas. Equipaba un nuevo carenado con ópticas tras un cristal aerodinámico. Se mejoraron la refrigeración, el motor y los carburadores.